Los arqueólogos de Tempos finalizamos esta primera fase de actuación en el sector S del castro y monasterio de Cálago con unos resultados de grande relevancia para el pasado de Vilanova de Arousa. En los trabajos de excavación se localizaron los restos de una tumba de inhumación, de los que conservamos la parte inferior en un buen estado de conservación. Se trata de las extremidades inferiores y parte de los huesos de las falanges de las manos que confirman la existencia de una necrópolis Tardoantiga o Altomedieval al S del castro de Cálago y próximo a la que sería la línea de costa en época antigua.
Con este hallazgo se confirma la hipótesis de la existencia de una necrópolis en la zona, adelantada el anterior año, a raíz del hallado de restos óseos humanos en la zona por parte de un particular. La tumba presenta la orientación clásica en estas fases, con la cabeza hacia el oeste y los pies al naciente. Para hacer la tumba se emplearon lajas de granito hincadas verticalmente, adaptándose a la orografía del terreno, con caída hacia la línea de costa (oeste). No menos interesante resultó ser la localización de niveles galaicorromanos bajo a tumba, correspondientes a un muro de mampostería de granito con orientación NNW- SSE con un pavimento de sabre compactado en el interior, así como un rebaje vertical de la roca al que se adosa otro pavimento con base de arena y superficie de piedra menuda como elementos drenantes. Estas estructuras fueron cubiertas por un conchero en el momento de su abandono, que resulta de grande interés a la hora de conocer la dieta de sus habitantes en Época Antigua. Aparte de malacofauna, este conchero aportó la presencia de material arqueológico cerámico de Época Castreña y Romana. De la primera destacan piezas con decoraciones características de la Segunda Edad del Hierro del NW peninsular, abarcando desde el S. IV a. C. hasta el cambio de era, enmarcadas dentro de la región ollera castreña conocida cómo Rías Baixas-Miño. En cuanto a la cerámica romana, fueron identificados varios pivotes de la ánfora Haltern 70, procedentes de la Bética, así como cerámica común.Tras la fase de excavación en campo, comienzan los trabajos de gabinete, donde los análisis de los restos óseos aportarán conocimiento acerca de la cronología, dieta o dolencias de la época, entre otros aspectos.
Esta intervención supuso la ampliación del conocimiento arqueológico de la provincia de Pontevedra, el Salnés y Galicia.